Capitulo 7
El dolor se había convertido en el centro del universo. Cuando hay suficiente que tu mente se bloquea con el fin de no quebrarse, olvidas el resto del mundo, olvidas hasta cual es tu propio nombre. Ahora mi realidad era una neblina de sangre y dolor, llena de horrores que la humanidad jamás debía conocer. Cosas contadas a niños para asustar y verdades ocultas dentro de la historia para mantener a las masas bajo control. Ahora me retorcía en mi propia pesadilla, gritando de nuevo, un grito más de entre cientos que lanzaba en esta eterna agonía. El tiempo siguió su cruel curso, y de un momento a otro la calma rodeo mi cuerpo y mente, era el descanso, la ilusión de paz que te otorgaban como un regalo, luego te la arrebataban y todo comenzaba de nuevo, peor que nunca.
Dentro de mi efímera paz, recordé que esto no era más que un sueño. Pero, sabia que todo era real, cuando hay dolor lo fantasioso se vuelve tangible, eso era todo. Debía salir de nuevo de esta parte en mi vida, la parte de quedarme dormido. Ahora veía a Tenebrarum tal cual era, y si no salía pronto mi mente se rompería, me volvería sutil y fácil de corromper, eso era lo que ellos querían, y en este lado del espejo no había reglas. Solo pude retorcerme, Al menos cuando despertara mi mente borraría los sucesos, gracias a Dios. Si recordaba todo esto me volvería loco en el mundo sin sueños. El problema, era que no podría prevenir a los demás. Nadie tenía la libertad de ayudar a otros, esa era una de las reglas. Mi efímera calma se agoto. Vi como en clavo venia en un ardiente y terrible rojo. Caliente y puntiagudo fue atravesando mi ojo mientras volvía a gritar y olvidaba de nuevo como era recordar.
Dentro de mi efímera paz, recordé que esto no era más que un sueño. Pero, sabia que todo era real, cuando hay dolor lo fantasioso se vuelve tangible, eso era todo. Debía salir de nuevo de esta parte en mi vida, la parte de quedarme dormido. Ahora veía a Tenebrarum tal cual era, y si no salía pronto mi mente se rompería, me volvería sutil y fácil de corromper, eso era lo que ellos querían, y en este lado del espejo no había reglas. Solo pude retorcerme, Al menos cuando despertara mi mente borraría los sucesos, gracias a Dios. Si recordaba todo esto me volvería loco en el mundo sin sueños. El problema, era que no podría prevenir a los demás. Nadie tenía la libertad de ayudar a otros, esa era una de las reglas. Mi efímera calma se agoto. Vi como en clavo venia en un ardiente y terrible rojo. Caliente y puntiagudo fue atravesando mi ojo mientras volvía a gritar y olvidaba de nuevo como era recordar.
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